La mujer perfecta


Es algo más allá de los sentidos...  Es ruda, agresiva, fuerte, valiente, rodeada por una armadura de acero impenetrable que la hace ver como indestructible. Por su sangre corre lava, y respira rabia para poder seguir adelante.
La mujer perfecta es un demonio, dispuesto a luchar siempre, aunque a veces no tenga muy clara la razón de su lucha. Lucha por instinto, porque debe sobrevivir en esta batalla llamada vida.
Su única motivación es el amor por las cosas que ama, por ellas es capaz de dar la vida en un instante sin tan siquiera meditarlo.
También posee alas, que le ayudan a mantenerse lejos del suelo, que la acercan más a los cielos, al espacio, a sus sueños, porque eso sí, es una soñadora incurable, que no deja de buscar cosas imposibles.
La mujer perfecta no nació en este mundo, se fue formando con el pasar de los años y la sabiduría de la experiencia. Con los golpes de la vida y las lágrimas de la existencia.

Pensándolo bien, la mujer perfecta no lo es tanto, sufre, llora... Como todos los demás... Tiene una debilidad... La mujer perfecta también es humana...



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